¿Equipos de fútbol en quiebra?

Ante la situación que está viviendo el deporte en general y el fútbol en particular, de cancelación de partidos, el negocio del fútbol también se está resintiendo, y mucho, económicamente.

Por poner un ejemplo: el FC Barcelona (esto mismo seguro que puede estar ocurriendo a muchos equipos), que tiene un presupuesto de 1047 millones de euros, 13 menos que lo inicialmente previsto, y unos ingresos previstos de 1007 millones. Pues bien, la anulación del partido de Champions League que le enfrentaba al Nápoles le hizo perder la friolera de 6 millones euros.  Es decir, cada partido anulado representa una pérdida de ingresos considerable, tanto por publicidad, derechos de televisión, ingresos de restauración, etc ... Muchos ingresos que desaparecen.  Pero no sólo sufre el club con las cancelaciones de partidos, sino también con el cierre de sus tiendas, museos...

Todos estos recortes en los ingresos, que son elevadísimos, hacen inviable cumplir el presupuesto, sobre todo porque los gastos parecen ser casi inmutables.  De hecho, la mayor parte de los gastos se la llevan los sueldos de sus millonarios empleados, para que nos entendamos, la ficha de sus jugadores, que en total, teniendo en cuenta a toda la plantilla, suman la escalofriante cantidad de 507 millones de euros.

Una posible solución sería un ERTE o un gesto de buena voluntad de los jugadores con una autorebaja de sueldo.  Prevemos que los jugadores accederán a rebajar su ficha, simplemente por un motivo de supervivencia: más vale pájaro en mano que ciento volando.  Y son cientos los miles de euros en fichas que en la actualidad están volando.

En definitiva, si los jugadores de los más poderosos equipos de fútbol no acceden a rebajarse el sueldo, tendremos no pocos equipos en quiebra, y el Barça pasará de "ser més que un club" a un equipo que el Estado Español tendrá que nacionalizar ( no dudo en que lo haría llegado el caso ).
Y quien dice Barça, dice Real Madrid.

Si todavía no lo habíamos pensado, debemos darnos cuenta en estos momentos que nos habíamos vuelto locos pagando cantidades astronómicas de dinero a personas que lo único que hacían era darle patadas a una pelota con inusitada habilidad.